Lunes III 16 Diciembre
- Nm 24,2-7.15-17: "Sube el cetro de Israel”
- Mt 21,23-27: "Os diré yo también con qué autoridad hago esto”
Meditación:
En la literatura castellana se recoge el romance del conde Arnaldos. El marinero se niega a repetirle su canción con una declaración tan seca como elocuente: "Yo no digo esta canción sino a quien conmigo va". La canción del marinero sólo puede comprenderla quien se hace a la mar como él. Pues bien, no puede entender la razón de Jesús quien no conoce su identidad. La autoridad de Jesús no pertenece al ámbito de la ley sino al de la fe. Así que la autoridad de Jesús no la comprende quien no acepta a Juan como profeta, enviado por Dios para celebrar un bautismo de conversión al Reino de Dios. Tampoco nosotros comprenderemos a Jesús, si no estamos dispuestos a aceptarlo como Mesías y Salvador.
En la literatura castellana se recoge el romance del conde Arnaldos. El marinero se niega a repetirle su canción con una declaración tan seca como elocuente: "Yo no digo esta canción sino a quien conmigo va". La canción del marinero sólo puede comprenderla quien se hace a la mar como él. Pues bien, no puede entender la razón de Jesús quien no conoce su identidad. La autoridad de Jesús no pertenece al ámbito de la ley sino al de la fe. Así que la autoridad de Jesús no la comprende quien no acepta a Juan como profeta, enviado por Dios para celebrar un bautismo de conversión al Reino de Dios. Tampoco nosotros comprenderemos a Jesús, si no estamos dispuestos a aceptarlo como Mesías y Salvador.
Contemplación:
Abramos nuestro corazón a la luz del Señor. Lo contemplamos en los atrios del templo de Jerusalén. Ha expulsado a los vendedores de animales y a los cambistas de monedas. El celo por la santidad del lugar lo ha llegado a realizar ese gesto profético. Los representantes de la Ley de Israel han llegado a permitir esa profanación y se niegan a abrir su corazón a la novedad del Evangelio. Nosotros somos el templo de Dios. Necesitamos que Jesús venga a purificarlo. Contemplamos el movimiento de los que calculan el riesgo de aceptar a Juan Bautista y a Jesús. Y contemplamos la libertad de Jesús que asume el testimonio del Precursor.
Acción:
Hoy reflexionamos sobre las actitudes y estructuras que necesitan la purificación que nos propone el Evangelio. Pensamos en nuestro compromiso social y en las posibilidades de llevarlo a la práctica concreta. La autoridad de Jesús da motivo y aliento a nuestra esperanza.
PARA USO PRIVADO DE LA COMUNIDAD PARROQUIAL DE CRISTO SALVADOR.
Los textos de esta sección están inspirados y tomados, intentando respetar los derechos de autor y propiedad de: José-Román Flecha Andrés, Lectio Divina para tiempos fuertes. Adviento: La alegría de la espera, Publicaciones Claretianas, Madrid 2013.
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