27 de octubre, domingo 30 del TO
Ecl 15, 21
"La reclamación del pobre atraviesa las nubes y hasta alcanzar a Dios no descansa; no ceja hasta que Dios lo atiende, y el juez justo le hace justicia".
Lc 18, 9-14
"El recaudador, de pie y a distancia, ni siquiera alzaba los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho diciendo: "¡Oh Dios!, ten piedad de este pecador." Os digo que éste volvió a casa absuelto y el otro no.»
Las apariencias engañan. Las circunstancias nos marcan definitivamente. En todo caso, será mejor dejar los juicios para Dios.
ORACIÓN
¡Señor!
Ayúdame a decir la verdad delante de los fuertes
y a no decir mentiras para ganarme el aplauso de los débiles.
Si me das fortuna, no me quites la razón,
Si me das el éxito, no me quites la humildad,
Si me das humildad, no me quites la dignidad.
Ayúdame siempre a ver la otra cara de la medalla,
No me dejes inculpar de traición a los demás por no pensar igual que yo.
Enséñame a querer a la gente como a mi mismo
Y a no juzgarme como a los demás. No me dejes caer
En el orgullo si triunfo, ni en la desesperación si fracaso.
Más bien recuérdame que el fracaso es la experiencia
que precede al triunfo.
Enséñame que perdonar es un signo de grandeza
Y que la venganza es una señal de bajeza.
Si me quitas el éxito, déjame fuerzas para aprender del fracaso.
Si yo ofendiera a la gente, dame valor para disculparme y si
La gente me ofende, dame valor para perdonar.
¡Señor... si yo me olvido de ti, nunca te olvides de mí!
Mahatma Gandhi
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