Sábado III 21 Diciembre
- Cnt 2,8-14: “Mirad: ya viene saltando por los montes”
- Lc 1, 39-45 “¡Dichosa tú por haber creído!”
Meditación:
La esperanza camina de la mano de sus dos hermanas mayores: la fe y el amor. Y, al fin no sabemos si son las hermanas las que acompañan a la niña esperanza, o es ella quien conduce a sus hermanas. Así lo escribió el poeta Charles Péguy, poniendo esta observación en los labios del mismo Dios. María, la creyente, espera el nacimiento de su hijo. Esa esperanza es fruto de su fe en la palabra del Señor. Y esa esperanza la pone en camino para llevar su amorosa atención hasta casa de Isabel. En nuestra vida no puede brotar una de las tres virtudes teologales sin convocar a las otras dos. Cada una de ellas nos ofrece el criterio para saber si estamos ejerciendo las otras.
La esperanza camina de la mano de sus dos hermanas mayores: la fe y el amor. Y, al fin no sabemos si son las hermanas las que acompañan a la niña esperanza, o es ella quien conduce a sus hermanas. Así lo escribió el poeta Charles Péguy, poniendo esta observación en los labios del mismo Dios. María, la creyente, espera el nacimiento de su hijo. Esa esperanza es fruto de su fe en la palabra del Señor. Y esa esperanza la pone en camino para llevar su amorosa atención hasta casa de Isabel. En nuestra vida no puede brotar una de las tres virtudes teologales sin convocar a las otras dos. Cada una de ellas nos ofrece el criterio para saber si estamos ejerciendo las otras.
Contemplación:
Isabel y María se encuentran en "estado de buena esperanza", como suele decir el pueblo. Contemplamos esta escena tal como la pintó Nicolás Florentino en el retablo de la Catedral Vieja de Salamanca. En el vientre de las dos mujeres se ven sus respectivos hijos. El hijo de Isabel está de rodilla, mientras el hijo de María está en pie y lo bendice. La representación artística proclama la verdad de la fe. Juan, el Precursor recibe la bendición del Señor. Pero ahí está también la imagen de nuestra vida. Nuestra vida está llamada a anunciar al Salvador. Con su bendición contamos para poder cumplir con dignidad nuestra misión.
Acción:
Por este itinerario del Adviento, caminamos con María, dichosa por haber creído la palabra de Dios. Como ella, tratamos de llevar a los demás el testimonio de la presencia y de la bendición de Jesucristo. Y el humilde servicio de nuestras manos y la ternura de nuestro cuidado.
PARA USO PRIVADO DE LA COMUNIDAD PARROQUIAL DE CRISTO SALVADOR.
Los textos de esta sección están inspirados y tomados, intentando respetar los derechos de autor y propiedad de: José-Román Flecha Andrés, Lectio Divina para tiempos fuertes. Adviento: La alegría de la espera, Publicaciones Claretianas, Madrid 2013.
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