viernes, 29 de noviembre de 2013

Adviento, tiempo de esperanza y compromiso (reflexión para el retiro 21/12/13)



I. ¿Qué es el Adviento?

En tiempos de invierno se toma conciencia de la realidad cruda y urge avivar el fuego de la esperanza como avivamos el rescoldo de la chimenea.

El Adviento es verde como la esperanza. Y el semáforo verde indica movimiento hacia adelante. En el Adviento, la mirada no puede dirigirse hacia el pasado sino hacia el futuro. Mirar mucho hacia atrás lleva el riesgo de convertirse en "estatua de sal", como le ocurrió a la mujer de Lot (Cf Gén 19,26). La nostalgia y el desencanto son dos formas de traicionar a la vida, porque niegan la esperanza y el futuro. En todo este tiempo fuerte hay que volver a escuchar las llamadas de la Iglesia, que son las llamadas del mismo Dios: " Mirad; todo lo hago nuevo " (Ap 21,5). " ¡ Levantaos, alzad la cabeza, se acerca vuestra liberación!" (Lc 21,28). "Nos visitará el sol que nace de lo alto, para iluminar a los que viven en tinieblas " (Lc 1,78- 79). 

Abramos caminos a la esperanza: Con las lamentaciones matamos el dinamismo de la esperanza; la esperanza es el “ancla” que une la nave de nuestra vida con el terreno firme de la eternidad, el adviento es hijo de la esperanza. La esperanza es para este mundo, en el mundo futuro ya no habrá ni esperanza ni fe, sólo caridad. Vivir el Adviento es Situarnos en la órbita de la esperanza, es dejar que estos textos resuenen en nuestro interior. Necesitamos la esperanza como el antiguo pueblo de Israel cuando estaba en el destierro. De lo contrario, resulta demasiado ardua la aventura de la vida. 

El adviento es tiempo de místicos y profetas: Que bien sé yo la fuente que mana y corre, aunque es de noche” . San Juan de la Cruz. “

La utopía no está de moda, queda muy lejos; se impone lo inmediato, lo concreto, el fragmento, el deseo corto. Pero esto no sacia a la persona sedienta de infinito. Nuestra sociedad es rica en medios, en recursos, pero muy pobre en sentido y esto es más necesario que el tener, el poder o el prestigio. Ya dice la sabiduría popular que la esperanza es lo último que se pierde. El miedo y sus hijas la violencia y la soledad son enemigas de la fe y de la esperanza. La fe es la raíz que está preñada de esperanza. La flor de la esperanza es débil, aún no es el fruto del amor pero lo presagia. La esperanza cristiana nos libra de la presunción y alimenta la vigilancia, sostiene deseos largos, “gran cosa decía Santa Teresa es tener deseos largos”. Cuando faltan los profetas que hacen de centinelas, el Pueblo de Dios mira nostálgico hacia atrás se petrifica; cuando mira al futuro confiado se esponja. La iglesia apocalíptica se siente amada de Dios y en medio de la persecución del Imperio Romano clama Maranatha, ven, Señor Jesús. 

Asumamos los grandes interrogantes: A la paloma de la esperanza se le puede cortar las alas desde fuera y herir de muerte o disecarla por dentro, secándole  las fuentes de la vida. ¿Quién responderá a los interrogantes acuciantes del hombre?. La persona, es un ser que se interroga; con frecuencia nos  sorprendemos por los interrogantes más vitales, como si viviéramos una permanente adolescencia. Surgen del interior como brasas de un volcán las preguntas vitales  que nos queman: ¿De dónde venimos, a dónde vamos?. ¿Qué sentido tiene nuestra existencia?.¿Quién saciará los deseos más profundos de vivir que están en las raíces del ser humano?. 

Desde fuera también los acontecimientos nos interpelan: ¿Por qué la hostilidad, el hambre, la soledad, la envidia?. ¿Cómo conducir esta existencia amedrentada por dentro y amenaza desde fuera?. Estamos embriagados de información y sedientos de sentido. Los enigmas de la vida, la muerte, la culpa y el dolor sin la luz de la fe nos llevan a la desesperanza, a la deshumanización, la persona queda oscurecida y bloqueada, (GS 21,3) 

El hombre es Adviento. La actitud permanente de la iglesia es el Adviento: La profunda demanda del hombre coincide con la oferta esencial del cristianismo, porque el hombre es Adviento, esperanza, devenir, la tensión hacia el futuro es algo constitutivo del hombre. El hombre está sediento de plenitud y de felicidad. ¿Para qué sirve la sed?, se pregunta Machado, si no es para buscar la fuente. La persona es un ser capaz de transcenderse hasta más allá del tiempo. Es un finito abierto al infinito, como un abanico inmenso de posibilidades entre ellas la de  o frustrarse. Desde esta realidad existencial siente el hombre necesidad de la oración y de la humildad. San Agustín lo expresa vitalmente cuando dice: “Me hiciste, Señor para Tí, y mi corazón está inquieto hasta que descanse en Tí

Nos es difícil prescindir del pasado, pero renunciar al futuro lo sentimos suicida; necesitamos el futuro para vivir el presente en plenitud, sin el futuro se nos desvanece el presente, somos más futuro que presente. Decimos con razón: donde hay vida hay esperanza, y con la misma razón podemos decir: donde hay esperanza hay vida y donde acaba la esperanza comienza la muerte.

“La Esperanza amenazada”: “El ser humano necesita el futuro, no puede vivir sin proyectarse hacia el porvenir, no acepta que la muerte sea su último destino. Esta demanda de esperanza conduce al hombre contemporáneo a una esperanza secularista. Una vez que las utopías modernas y los grandes relatos han entrado en crisis, la cultura descreída echa mano con frecuencia de creencias ancestrales o de supersticiones para tratar de responder a la inevitable demanda de esperanza. Y paradójicamente, junto a la ciencia y la técnica más avanzadas, florecen con cierto vigor la astrología, los horóscopos, la quiromancia, la reencarnación  etc. como si llegara el fin de la historia y no hubiera una causa justa por la cual luchar y solidarizarse.( Comisión episcopal para la Doctrina de la fe 1.995).

II. Actitudes a cultivar en Adviento

1.- Responsabilidad ante la naturaleza y la Historia, frente al egoísmo:  

¿Se puede dormir cuando la esposa está dando a luz?. ¿Se pude dormir cuando la naturaleza entera está de parto?.¿Qué o quiénes nos fomentan el sueño?. ¿Qué acontecimientos o personas nos ayudan a estar despiertos?.

No es suficiente con interpretar la vida es preciso transformarla: "La espera de una tierra nueva no debe amortiguar, sino más bien avivar la preocupación por perfeccionar esta tierra "GS. 39,2.Sin lucha histórica no hay sentido transcendente auténtico y sin sentido transcendente no hay lucha histórica que merezca la pena de tal nombre.El Señor que te creo sin tí,  no te salvará sin tí.”(San Agustín).

“Es difícil hacer la revolución sin tener la Biblia en la mano”. ¿Podemos decir nosotros con fundamento: es más difícil tener la Biblia en la mano y no hacer la revolución de la esperanza? (Erns Block)

 Los pobres ponen a San Vicente en Adviento . “Los pobres que se multiplican todos los días, que no saben a dónde ir ni que hacer, son mi peso y mi dolor. (8-l29-l649). “Una de las trampas más grandes que tiene el hombre es encerrarse en si mismo” (San Vicente.de Paúl)

Hasta el presente la creación entera y la humanidad gime con dolores de parto, y también nosotros aunque poseemos gemimos. Porque en esperanza es como hemos sido salvados." (Rom. 8,19-24) 

“Ateniéndonos a su promesa, aguardamos un cielo nuevo y una tierra nueva en la que habite la justicia”,(2 Pt 3, 13). 

2.-Esperanza activa, frente al conformismo y pesimismo:
  •  “Adán, Adán, ¿dónde estás? (Gn 3,11). -“Mira que estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y me abre la puerta, entraré a su casa y cenaré con él, y él conmigo” (Ap 3,20). “Y  la esposa dice:¡Amén Ven, Señor, Jesús!”, (Ap 22,20).
  • La semilla y el fermento, dos parábolas que provocan dinamismo y esperanza en el Reino: (Lc 13,18-21).
  • ¿No os acordáis de lo pasado, ni caéis en la cuenta de lo antiguo? Pues bien, he aquí que yo lo renuevo: ya está en marcha, ¿no lo reconocéis? Sí, pongo en el desierto un camino y ríos en el páramo” (Is 43, 18-19).
  • Jesús cumple las promesas del Padre y nos deja en Adviento: “Volveré, no os dejaré desamparados”.( Jn l4,l8); “Más aún, estamos orgullosos también de las dificultades, sabiendo que la dificultad produce entereza, la entereza calidad, la calidad esperanza; y esa esperanza no defrauda, porque el amor que Dios nos tiene inunda nuestros corazones por el Espíritu que nos ha dado”.(Rm 5, 3-5).
  • “Aferrémonos a la esperanza inamovible que profesamos, pues fiel es quien hizo la promesa y considerémonos unos a otros para acicate del amor mutuo y del bien obrar”, (Hbr 10, 23-24).
  • “No les tengáis miedo ni os asustéis; reconoced a Cristo como Señor en vuestro corazón y disponeos a dar razón de vuestra esperanza a todo el que os pida una explicación, pero con buenos modos y respeto y teniendo la conciencia limpia”(1 Pt 3, 14-16). 

3.-Actitud de vigilancia, oración y discernimiento, frente al desencanto: 
  • “Estad en vela porque no sabéis el momento de la venida”,(Mc 13, 31-37)
  • “Daos cuenta del momento en que vivís. Ya es hora de despabilaros, porque ahora nuestra salvación está más cerca que cuando empezamos a creer. La noche está avanzada, el día se echa encima: dejemos las actividades de las tinieblas y pertrechémonos con las armas de la luz”.(Rm l3, ll-l2). 
  • “Estad siempre alegres. Sed constantes en orar. Examinadlo todo y quedaos con lo bueno. El que os ha llamado es fiel y cumplirá sus promesas”.(1Ts 5, 17-24.)

La Liturgia evoca el pasado, celebra el presente y anticipa el futuro “Anunciamos tu muerte, proclamamos tu resurrección, ven, Señor Jesús”. Son las tres dimensiones esenciales de la persona, que proclamamos en el centro de la Eucaristía. La Liturgia es la oración oficial y solemne de la Iglesia peregrina, que reunida por el Espíritu avanza al encuentro del Señor. 

Figuras Biblico-Litúrgicas del adviento: Los pobres de Yavhe; María; José; San Juan Evangelista y los Profetas.

4.-Autenticidad, audacia y fortaleza,  frente a la superficialidad y el miedo:  
  • “Llamó el miedo a la puerta salió a abrirle la fe y no había nadie”(M. L. King).     
  • “Sólo sabiéndose comprometer con el sufrimiento de los pobres se podrá hablar de esperanza. Sólo tomando en serio el dolor de la humanidad, el sufrimiento del inocente y viviendo bajo la luz pascual el misterio de la cruz en medio de esa realidad, será posible evitar que nuestra teología sea un discurso vacío”.(Gutierrez, Gustavo ”Hablar de Dios desde el sufrimiento del inocente”. Sígueme . Salamanca, 1988, Pág 186-187.
  • El hombre es un animal que espera” (Laín Entralgo)
  • ”Nuestra sociedad es rica en medios y pobre en sentido y en fines” (de la Peña)  
  • “La esperanza es el resorte secreto del hombre itinerante”( Gabriel Marcel). 


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