En el Evangelio de
Marcos vamos a asistir a la curación del ciego Bartimeo. Postergado, marginado,
al borde del camino, Bartimeo poco espera de la vida. Pero oye que viene Jesús
de Nazaret y entiende que el Señor es su gran esperanza. Grita y grita para que
le lleven ante el Maestro. Y es la cercanía de Jesús lo que le abre los ojos a
una nueva vida.
Todos somos un poco
ciegos. Todos necesitamos que Jesús nos abra a los ojos a la alegría y a la
esperanza. Y pidamos también al Señor Jesús que acreciente nuestra fe y la de
los hermanos, sobre todo de los más alejados.
Es nuestra plegaria
especial para este Año de la Fe que estamos celebrando.
La hoja litúrgica
completa la podéis descargar en la siguiente dirección:
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