Fuente: Canasolidario
Llega la Navidad. Tiempo de fe e ilusión. Celebramos el cumpleaños de Jesús y, cómo no, todos los niños están invitados. En la fiesta no sólo habrá comida y refrescos ricos sino también un sinfín de sorpresas y regalos para todo el que se haya portado bien.
Es el cumpleaños más importante de todo el barrio. Los niños llevan pensando en él meses. Tienen preparada la ropa, el peinado y la colonia que se van a poner para tan maravilloso evento. Es una vez al año y ninguno quiere faltar, por eso llevan tantas semanas comiéndose todas las frutas y verduras necesarias para no caer enfermos.
¿Qué me regalaran? ¿Y tú, qué has pedido? Seguro que todos somos capaces de recordar la sonrisa de nuestros hijos, sobrinos o nietos al abrir los regalos, al poner el árbol o, simplemente, escribiendo la carta. Y si no tuvieran navidad, ¿dónde quedarían esas sonrisas? Seguir leyendo
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