¡Increíble! el día 23 nos visitaron los famosísimos Músicos de Bremen. Nos cuentan que, de camino a Bremen se fueron encontrando y decidieron formar un grupo de músicos con la esperanza de que allí pudieran dedicarse a vivir de la música.
Su historia es una mezcla de superación personal, respeto y trabajo por el reconocimiento de la igualdad: Tenemos una igual dignidad.
Así, el burro “Tonto” nos confiesa que ya está mayor y que su dueño quiere echarle de la granja porque ya no puede cargar sacos. El burro, apenado, nos dice que ha decidido emprender una nueva aventura y convertirse en músico para lo que pone rumbo a Bremen.
Mientras camina a Bremen, se encuentra con el perro “Lupo” a un lado del camino y le pregunta por qué está ahí. El perro le cuenta que su amo ha decidido echarle porque su olfato ya no es el mismo y no puede cazar.
Entonces el burro le propone acompañarle y convertirse en músico también. Al rato se encuentra con el gato "Burlón" que está deprimido porque no huele un ratón y el gallo "Koky" que se ha quedado en paro por culpa de que la gente tiene despertadores. "Tonto" los anima para que se junten a la banda de música.
Al rato, la Reina de Corazones vuelva a la carga con sus cosas, ahora está empeñada en que le estamos dejando su reino echo un asco y nos obliga, bajo amenaza de que nos corta al cabeza a todos, a limpiar toda la mañana.
A la tarde tuvimos un ratito de reflexisón: Durante el día hemos visto qué es lo que nos hace iguales y cómo podemos trabajar para lograr esa igualdad.
Para Dios, todos somos iguales, y nos ofrece las mismas oportunidades. Desgraciadamente vivimos en un mundo donde existen demasiadas diferencias.
En la oración utilizamos un símbolo para expresar lo que hemos vivido: Un puñado de monedas, tantas como personas estamos en el campamento; ellas simbolizan la igualdad de la que estamos hechos: ¿cómo podemos trabajar y qué podemos hacer para construir un mundo basado en la igualdad?
Por lo pronto, nos reconocemos iguales porque lo hemos experimentado en la convivencia de estos días. Por eso, si no hemos visto al otro como un igual o no le hemos tratado como tal, tomamos una de las monedas y se la ofrecemos
Después de la velada, el burrito nos contó toda la historia y la recuperamos para el libro de los cuentos. Otro sueño salvado.
GENIAL !!
ResponderEliminarUn beso de Espe y Emilio
Como nos ha gustado ver la colada que han hecho nuestros niños. Sobre todo como se las han ingeniado para tender la ropa. Son muy apañaditos. Besos para todos.
ResponderEliminarEso de la colada si que es una sorpresa!!, que imaginación tienen para tender
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