Un año más estamos convocados todas las mujeres y hombres de buena voluntad que aguardan expectantes la primera pascua que celebramos en el estreno del año litúrgico. Anhelamos tan vivamente la culminación del proyecto de la salvación que nos reunimos entorno al acontecimiento de la encarnación para que no se nos olvide el motivo de la esperanza, nuestra propia vocación, la que ponemos en práctica cuando todo va mal en nuestro mundo, cuando nos faltan las fuerzas, cuando estamos a puntos de rendirnos; por eso, cuando nos reponemos, sabemos lo que tenemos que hacer:
En todo caso, allí estamos llamados a ser personas-cántaros para dar de beber a los demás. A veces el cántaro se convierte en una pesada cruz, pero fue precisamente en la cruz donde, traspasado, el Señor se nos entregó como fuente de agua viva. ¡No nos dejemos robar la esperanza! (EG 86)
María es la que sabe transformar una cueva de animales en la casa de Jesús, con unos pobres pañales y una montaña de ternura. Ella es la esclavita del Padre que se estremece en la alabanza. Ella es la amiga siempre atenta para que no falte el vino en nuestras vidas. Ella es la del corazón abierto por la espada, que comprende todas las penas. Como madre de todos, es signo de esperanza para los pueblos que sufren dolores de parto hasta que brote la justicia. Ella es la misionera que se acerca a nosotros para acompañarnos por la vida, abriendo los corazones a la fe con su cariño materno. Como una verdadera madre, ella camina con nosotros, lucha con nosotros, y derrama incesantemente la cercanía del amor de Dios (EG 286)
El día 22, a las 18 h., en el templo parroquial de Cristo salvador, tenéis un lugar donde alentar con la reflexión y los cantos la esperanza.
El cartel lo podéis bajar e imprimir para difundir el acontecimiento, realizado por gentileza de Alfredo Matellano, artista voluntario de nuestra comunidad parroquial y amigo, sobre todo amigo.
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