domingo, 21 de julio de 2013

La conspiración del As de Picas



Las historias se nos van acumulando... No hemos podido escribir porque el As de Picas ha estado persiguiendo al cronista -este humilde servidor que ahora tiene que escribir a escondidas-

De todas formas hay motivos para el optimismo, pues pensamos que aunque queda mucha guerra, le estamos ganando una a una las batalla a la Reina de Corazones.

Bueno, aquí van las dos historias recuperadas:


El príncipe y el mendigo. Todos conocéis el cuento, aunque en este, nuestro lugar de magia que vivimos, se ha ido desarrollando de otra forma...

El caso es que nuestros peculiares príncipe y mendigo llegaron a un acuerdo para intercambiar sus papeles y "ser el otro" para descubrir la actitud de encarnarse... pero pasado el día... el príncipe  que se hizo mendigo cuenta la verdad y van a palacio a desvelar el entuerto. Juntos los dos desvela el acuerdo al que llegaron y mostraron lo que la experiencia les había regalado:

El verdadero mendigo se da cuenta, que a pesar de cumplir su sueño de tenerlo todo echa de menos a su familia y que prefiere estar cerca de ellos aunque tenga que vivir una vida de trabajo.

El príncipe decide que a partir de ahora tratará de ser mejor persona porque ha vivido en su propia experiencia lo duro que es el trabajo y ha aprendido a valorarlo.





Por lo menos pudimos irnos a hacer una marcha larga. Tuvimos calor, pero nos lo pasamos muy bien:







La Reina de corazones desconfía de nosotros. El As de Picas nos espía y para el sábado  nos tenía preparada una: ella quiere saber hasta qué punto le estamos siendo fieles y nos manda celebrar una fiesta, una Kermesse en su honor.


Como la Reina es un poco gamberrilla, nos escondió parte de los materiales (el dinero y la tarjeta de participación para la Kermesse) por el recinto de la casa y debemos encontrarlos.

Buscando las cosas nos encontramos con Mulán, nos acercamos a ella e intentamos ayudarla. Al principio ella desconfió, pero le hablaremos de los que estamos haciendo estos días, de los otros personajes que hemos ayudado y esperamos ayudarla a ella para que nos revele su historia. 


Como no está segura del todo, nos va a dar solo una parte de su historia y nos exige que practiquemos durante el día la actitud de la entrega para demostrar que somos personas desprendidas como ella. 

Puntales, para que no se enfade la Reina, empezamos la velada con el discurso inaugural que pronunció ella misma.

Durante la Gran Velada de Juegos de la Reina de Corazones apareció Mulán de incógnito y nos pidió pruebas de que habíamos trabajado durante el día sobre la entrega  tal como le prometimos para confiar en nosotros y terminar de contar su historia.


























Pero tuvimos que espera al final del Gran Juego la Reina, que nos dio las gracias por haber participado, nos ordenó recoger y se retiró a sus aposentos. Cuando se fue, en la clandestinidad, Mulán termino su historia y salvamos el cuento.

7 comentarios:

  1. Menos mal que, a pesar de la reina de picas, habéis podido acudir a esta cita diaria. No os imagináis con qué ganas la esperamos todos los días !!

    Seguid disfrutando de la experiencia, desde aquí vemos a los peques (y menos peques) felices.

    Muchas gracias por vuestra labor!! un beso muy grande para todos y un oleeee para el equipo de cocina !! Espe y Emilio.

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  2. Esta muy simpatica vuestra aventura, cada día la seguimos los padres de los peques con expectación...
    Me faltan algunas fotos mas de la participación en otros lugares y de mas niños, el mío no sale nunca, pero se que está, jajaja..Gracias por llamarnos Tatiana y gracias a todos por vuestra alegria y esfuerzo..se les nota felices...
    Un beso.
    Mar y Jose Manuel

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  3. Veo que lo pasais muy bien . No estaría mal que pusierais alguna foto de los jóvenes.

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  4. Como me gusta ver que lo pasais genial.

    Esperamos con ganas todos los días saber de vuestras andanzas. Se que mi niña está bien, la veo en alguna foto, pero a mi niño,no le veo, pero se que están genial.

    Un beso

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  5. Mucho monitor sonriente, me alegro. Espero que trabajéis tanto como sonreis. Tampoco veo a mi hija por las fotos,. no me importaría

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  6. Nos consta que trabajan y, además, sonríen.

    Unos padres agradecidos.

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