miércoles, 28 de agosto de 2013

Campamento Parroquial 2013



Del 17 al 25 de agosto, en la Casa Virgen Milagrosa, en El Espinar (Segovia), hemos realizado la actividad del Campamento Parroquial.

Han sido unos días de reflexión, convivencia, oración, celebración y descanso. Las fotos publicadas abajo dan cuenta de la llegada, de la excursión a Segovia, de la marcha y día de campo cerca de Valsaín.

Sobre la reflexión, os dejo la introducción del cuaderno que nos sirvió de guía:

Después de reflexionar y revisar nuestra forma de ser Iglesia Samaritana conformada por una comunidad de personas con los ojos abiertos a la realidad para ver, mirar, compadecerse, acercarse, curar, implicarse, cuidar, preocuparse y comprometerse con los hermanos que sufren… para llegar a, amar como Jesús propone.

El año pasado vimos como “el valor de la Entrega, es más que nada un don” que nos permite compartir lo que hemos recibido a través de serie de valores que complementan y encauzan la entrega como Audacia, Generosidad, Fortaleza, Perseverancia, Respeto, Cuidado hasta llegar al amor que se da plenamente

Este año queremos dar un paso más al plantearnos “los rasgos bíblicos de los enviados en misión”. Es un hecho que como creyentes todos estamos enviados a una misión. El imperativo del verbo ir es frecuente tanto el AT como en el NT:”Ve a la tierra que yo te mostraré", escuchó Abraham (Gen 12,1); "iVe!, yo te envío a Faraón" escuchará Moisés (Ex 3,10);" Ve y di a ese pueblo...", será la llamada que recibirán Isaías, Jeremías o Ezequiel; "Veníos conmigo y os haré pescadores de hombres" (Me 1,17); "Rabbi, ¿dónde habitas? Venid y ved." (Jn 1, 38-39); "Ven y sígueme” (Mc 10,20). Lo que unifica todas los envíos es que al enviado no se le da más garantía que la del "Yo estaré contigo" del AT, o el conmigo del Evangelio. La misión se dará por tanto a la intemperie de otras seguridades pero desde la confianza de "ir en compañía", con el Señor como compañero de camino y con-vocado junto con otros.

Comenzaremos con las recomendaciones de Jesús hace al enviar a los 72 en misión pues son la clave de todo anuncio del mensaje cristiano. Están puestas en boca de Jesús, pero son las condiciones mínimas que debería tener todo cristiano para llevar la Buena Noticia a los demás. En ningún caso se habla de doctrina que tengan que enseñar o de normas morales que deban exigir. Se trata de comunicar lo que Dios es para todos sin condiciones ni excepciones. Esa tarea la cumplió la primera comunidad en todas partes donde se fue implantando. Es la principal tarea que tiene que seguir llevando a cabo todo cristiano en cualquier tiempo y lugar. Partiendo desde este marco iremos reflexionando sobre otros rasgos bíblicos que identifican a los "enviados" en misión.















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