Un viaje de trabajo en España e Italia me ha dejado fuertes impresiones y algunas sorpresas. Estas impresiones son, por supuesto, muy personales y tan arbitrarias como lo poco representativa que es la muestra de personas con quienes hablé….. Una de las cosas que más me impactó es lo mucho que se parece el estado de ánimo nacional que percibí en Italia y España a los síntomas que los psiquiatras describen en las personas con depresión clínica; pesimismo, desesperanza, fatalismo, dificultad para tomar decisiones, falta de motivación, irritabilidad... En los medios de comunicación, en las declaraciones tanto de líderes como de los ciudadanos de a pie o en las conversaciones sobre "la situación del país" que se dan entre amigos hay mucho de escepticismo, crispación y desesperanza. La escasez de ideas y de propuestas estimulantes es también muy palpable. Y comprensible. Cuando una familia sufre un trauma, el ensimismamiento y el repliegue también son reacciones normales. (Moisés Naín, El país 24/11/13)
SOBRE LA INOPORTUNIDAD DEL ADVIENTO
Sí, inoportunidad, no me arrepiento del título, esa ha sido mi impresión después de hacer una lectura seguida de los textos de Adviento. Vienen cargados de tantas palabras resplandecientes: alegría, seguridad, gloria, esplendor, paz, confianza, salvación…, que esa insistencia luminosa resulta casi insultante en estos tiempos de tanta oscuridad. Puestos a elegir, preferiríamos otras promesas más cercanas a nuestra realidad: en vez de colinas que se abajan y valles que se levantan, esperaríamos el anuncio de que bajan las hipotecas, desciende la prima de riesgo y se eleva la responsabilidad de los bancos que han dejado sin ahorros a tantas familias. Estupendo que lo torcido se enderece, pero nos suena a música celestial mientras continúen los métodos tortuosos de muchos empresarios para solicitar EREs y mandar al paro a tanta gente. Baruc nos exhorta a envolvernos en el manto de la justicia de Dios y es una magnífica cobertura pero ¿de qué les va a servir a los inmigrantes sin papeles si se quedan sin la sanitaria? La teología y sus eruditos se defienden: “Se trata de una perspectiva escatológica”, distinguen. Claro, pero sólo con eso no llego a fin de mes, piensa más de uno.
Jesús, que afortunadamente no era un erudito, propone otras salidas: da por sentada la existencia de situaciones desastrosas que nos sacuden llenándonos de ansiedad y preocupación pero, donde nosotros no vemos más que catástrofes, él ve “señales” . La condición para descubrirlas es “levantar los ojos” , ir más allá de lo inmediato que nos ciega y atrapa en redes de deseos insatisfechos, en obsesiones por retener modos de vida que considerábamos definitivos, en temores que embotan nuestro corazón impidiendo el fluir de la vida.
Y esas “señales” ¿dónde buscarlas?: en el desierto , responde el evangelio de Lucas en el 2º Domingo, en esos lugares marginales que nos obligan a afrontar sin distracciones esas preguntas de las que tratamos de escapar, que nos inquietan más allá de lo económico y que se enmascaran bajo pretextos de impotencias y desánimos. Los personajes políticos y religiosos nombrados (Poncio Pilato, Herodes, Anás, Caifás….) quizá fueron peores que los que hoy nos gobiernan pero, a pesar de sus poderes e intrigas, no consiguieron extinguir la esperanza que convocaba la voz profética de Juan desde la periferia.
En la tercera semana las señales se vuelven más concretas: hay que abrirse a la alteridad hasta llegar a compartir con otros, hay que salir del estrecho círculo de “lo mío” para que la esclavitud del poseer deje paso a la libertad de preferir el bien mayor de la relación: la alegría de que una túnica sobrante abrigue ahora el cuerpo aterido de un hermano.
Las señales de la cuarta semana nos devuelven a la belleza de lo pequeño, a la humildad de lo cotidiano: Dios elige como morada a Belén, un pueblo insignificante; y un sencillo saludo, esa experiencia universal de acogida del otro, desencadena un torrente de comunicación entre dos mujeres embarazadas que se llenan de alegría, bendicen y se ríen juntas mientras la vida crece en sus entrañas.
No son señales fáciles ni evidentes porque el Evangelio es siempre un tesoro escondido, un don exigente, una gracia cara. Después de todo, quizá el Adviento pueda conducirnos “oportunamente” hacia ese júbilo que se atreve con tanto descaro a prometer. (Dolores Alexandre)
Estos textos nos plantean formas de vivir la situación que estamos viviendo
Para continuar la reflexión y vivir el Adviento de una manera consciente os ofrecemos unas pistas de reflexión para estos días. Pretenden ser una ayuda y una preparación para el encuentro-retiro que queremos tener al final del Adviento para compartir nuestras reflexiones y vivenvias
Retiro de Adviento 2014
21 de diciembre de 18:00 a 20:00 horas
PARROQUIA DE CRISTO SALVADOR
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