Martes II 10 Diciembre
- Is 40,1-11: "Consolad u mi pueblo... dios lleva en brazos los corderos”
- Mt 18,12-14: “Vuestro Padre no quiere que se pierda ninguno de estos pequeños”
Meditación:
Todos nos hemos perdido alguna vez. Fuimos creados para buscar a Dios. Pero muchas veces Dios ha tenido que salir a buscarnos. Sabemos que no somos indiferentes para su corazón. Se preocupa de nosotros. Le preocupa nuestro extravío. Pero cuando nos encuentra no nos recibe con reproche. Nos hace sentir su alegría de pastor y de padre. Si Israel veía con gozosa esperanza su retorno del exilio, nosotros agradecemos sinceramente que Dios nos haya rescatado del nuestro. El próximo nacimiento de Jesús reafirma nuestra esperanza y motiva nuestra alegría.
Contemplación:
Recordemos por un momento nuestros desiertos. Significan para nosotros el alejamiento de Dios. Son un signo de dolor. Pero también son un signo de alegría y de esperanza. En los desiertos nos ha buscado Dios. Contemplemos con gratitud su amor de padre y pastor. Ahora se nos pide allanar los valles y abajar las colinas, enderezar lo torcido e igualar lo escabroso. Es la hora de facilitar el encuentro.
Acción:
Seguramente, a nuestro alrededor hay personas que se han alejado de Dios. Hoy hemos de ver si nosotros hemos motivado su huida o dificultado su retorno. Y podemos preguntarnos si podemos hacer algo para "prepararle un camino al Señor".
PARA USO PRIVADO DE LA COMUNIDAD PARROQUIAL DE CRISTO SALVADOR.
Los textos de esta sección están inspirados y tomados, intentando respetar los derechos de autor y propiedad de: José-Román Flecha Andrés, Lectio Divina para tiempos fuertes. Adviento: La alegría de la espera, Publicaciones Claretianas, Madrid 2013.
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