La
dimensión social y Política de la fe
Síntesis
del Encuentro de Agentes -2012-
1. En tu entorno, ¿sientes el divorcio
entre la fe y la vida diaria? ¿Puedes apuntar dos o tres ejemplos de esa
desvinculación del sentido social en la mayoría de los católicos de nuestra
Iglesia?
- Si, sentimos el divorcio entre la fe y la vida
diaria, especialmente en el trabajo (no es lugar de denuncia y anuncio del
reino) y el la familia (no siempre es el primer lugar para inicio de la
oración y la fe compartida). Hay una especie de pudor a la hora de mostrar
nuestra fe a la sociedad.
- Constatamos que estamos más comprometidos por el
hombre que por la fe. A los cristianos nos falta el salto al compromiso
social en ambientes “naturales” para nosotros: APA’s, sindicatos, asociaciones
vecinales… estamos más a gusto en
nuestros grupos y no queremos salir fuera.
- Nos conformamos con los ritos religiosos. El divorcio
entre lo sacramental y la vida es claro: Celebramos la Eucaristía pero “no
queremos” saber nada de los demás o de los problemas sociales como el paro.
- Lo que mejor define al entorno que nos rodea es
la indiferencia y pasividad ante la realidad social que nos rodea. De
nuestra parte, ante esta realidad, nos falta sensibilización porque, a
diferencia de las primeras comunidades donde todos se conocían, nosotros
no nos conocemos y, aunque teóricamente decimos que hay que acoger a todos,
en la práctica nuestras actitudes dicen lo contrario.
- Una causa de esta desvinculación está en la
reducción de la fe a unas cuantas creencias; sin experiencia de Dios es
más costoso preguntarse, ante la situación actual, cómo voy a cambiar mi
vida para ayudar a los demás desde lo que me dice la Palabra.
2. De modo muy general, ¿Cómo puede
despertarse una activación de la dimensión social de la fe en los ámbitos
humano, intelectual y pastoral?
- En el ámbito humano, es urgente apostar por una
conciencia madura que de su justo valor al compromiso con el pobre y la
participación en los sacramentos. Ambas cosas son fundamentales, pero el
hombre lo es aún más; por eso debemos alentar los ejemplos de los cristianos
para que muestren ese equilibrio a la sociedad y a la Iglesia. Hay cosas
que podemos hacer en esta línea, como realizar actos significativos y simbólicos.
- En el intelectual, tenemos claro que debemos
implicarnos, pero nos falta formación. El conocimiento de la Doctrina
Social de la Iglesia es vital para el compromiso, por lo que debemos
proponer espacios de reflexión y motivar a los grupos y comunidades a la
participación en los mismos. Para ello, tendremos que superar la cadencia
común de no querer informarnos ni formarnos.
- En el pastoral, además de la participación en
compromisos concretos, hay que dar a conocer los proyectos de la Parroquia
y la Iglesia e invitar a participar en ellos a la comunidad parroquial; en
este sentido, deberíamos realizar una difusión clara, sencilla y
actualizada de todos los ámbitos de compromiso y denuncia. Igualmente,
tenemos que descubrir personal y comunitariamente que, lo queramos o no, las
opciones que tomamos en lo social es participar políticamente; más aún,
esto hace que cobre importancia iluminar nuestra vida a la luz de la
Palabra; para lograrlo, habría que fomentar el testimonio dentro de las
Eucaristías dominicales de los que colaboran en los proyectos, hacer
peticiones concretas de ayuda, pero sobre todo, nos tenemos que llenar de
esperanza.
3. Para la gente y los grupos de la
parroquia, ¿Qué acciones o dinámicas se te ocurren para proponer el Centro de
Interés Pastoral de este curso?
- Educar en esta dimensión
desde la infancia.
- Invitar a participar en
alguna obra social de la parroquia aunque sea como observadores.
- Utilizar los medios audiovisuales
para tratar estos temas.
- Ante problemas sociales
candentes convocar en la parroquia sesiones de información para que los
que quieran se puedan informar y luego actuar en consecuencia.
- Utilizar la página WEB
para informar y sensibilizar.
- Formar un grupo estable de
formación con la fichas propuestas sobre “Cristianos en el mundo: Somos
responsables”.
- La formación objetiva y
rigurosa en la denuncia.
- La participación
en la difusión de información socio-política en las eucaristías, preferentemente
por un seglar, en el marco del evangelio dominical.
- La difusión de situaciones
concretas en nuestro barrio en las que podemos participar acompañando.
- Hacernos presentes cuando va a desahuciar a una familiar del barrio.
- Participar en las asociaciones sociales y movilizaciones que organizan
los movimientos del barrio como comunidad parroquial.
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