miércoles, 31 de octubre de 2012

Envío y Encuentro de Agentes Pastorales






El domingo 28 de octubre, en la Eucaristía de 12:30, celebramos el envío de Agentes de Pastoral y, como novedad, a continuación tuvimos el Encuentro de Agentes que solíamos realizar en febrero. En nuestras miras nos propusimos trabajar cuatro dimensiones básicas y necesarias para desempeñar el servicio que se le encomienda a los Agentes: reflexionar, compartir, dialogar y orar.



La reflexión giró en torno al tema que va guiar nuestro quehacer pastoral: Cristianos en el mundo, somos responsables; en otras palabras, proponemos trabajar la dimensión social y política de la fe como centro de interés pastoral, lo que significa que está en nuestro punto de mira pastoral: Animar la nueva evangelización en el campo del compromiso socio-político de los miembros de la comunidad parroquial, para la transformación social de nuestro entorno a la luz de la Doctrina Social de la Iglesia y los documentos de nuestros obispos.



Hace cuarenta años, el Concilio Vaticano II advirtió de la gravedad del problema con estas palabras: "El divorcio entre la fe y la vida diaria de muchos debe ser considerado como uno de los más graves errores de nuestra época. No se creen, por consiguiente, oposiciones artificiales entre las ocupaciones profesionales y sociales, por una parte, y la vida religiosa por otra. El cristiano que falta a sus obligaciones temporales, falta a sus deberes con el prójimo, falta, sobre todo, a sus obligaciones para con Dios y pone en peligro su salvación eterna" (GS 43).



A las 14,30 compartimos la alegría y el gozo del encuentro con la comida. Cada uno trajo un poco que luego fue un mucho. Lo grande no fue que no faltará, ni que sobrara comida, sino la alegría de muchos celebrando el encuentro y la fiesta.






Antes de ponernos a dialogar, sobre las 16,15, se nos sumaron más Agentes. Nos dividimos en tres grupos con este cuestionario: (1) En tu entorno, ¿sientes el divorcio entre la fe y la vida diaria? ¿Puedes apuntar dos o tres ejemplos de esa desvinculación del sentido social en la mayoría de los católicos de nuestra Iglesia?; (2) De modo muy general, ¿Cómo puede despertarse una activación de la social de la fe en los ámbitos humano, intelectual y pastoral? (3) Para la gente y los grupos de la parroquia, ¿Qué acciones o dinámicas se te ocurren para proponer el Centro de Interés Pastoral de este curso?





Después de una rica puesta en común del trabajo de los grupos, nos dirigimos a la capilla para compartir un momento de oración comunitaria.



El reino es una realidad que permanece velada, a la espera de la manifestación gloriosa del Señor. El tiempo del cristiano se define así como el tiempo de tensión hacia la realización plena de esta realidad que ya está entre nosotros, pero no se ha manifestado en su plenitud.



Para el hombre dominado por el desencanto, la desilusión, la sensación de caminar hacia lo imposible, que le hace refugiarse en el disfrute de los bienes inmediatos, sin preocuparse de más, la lucha por instaurar el reinado de Dios tendría que ser una llamada a una esperanza gozosa y activa que nos llevara a una valoración positiva de los logros conseguidos y a un esfuerzo renovado por acrecentar nuestras posibilidades de paz, de convivencia en el amor, de solidaridad en el compartir.

La esperanza, firme; la tarea, inmensa; las fuerzas, justas, las que tenemos sabiéndonos pequeños, frágiles y vulnerables, pero...

Porque, ¿quién como tu Señor?
Que eres mi esperanza, mi fortaleza, mi canción,
mi roca, mi escudo, mi amparo, mi abrigo,
mi alto refugio, mi libertador.


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