viernes, 27 de septiembre de 2013

Dar




29 de septiembre, domingo 26 del TO
Lucas 16, 19-31
"Había un hombre rico, que vestía de púrpura y lino y banqueteba espléndidamente cada día. Y había un pobre, llamado Lázaro, cubierto de llagas y echado a la puerta del rico".
RICOS EPULONES Y POBRES LÁZAROS (Fragmento)
El Foro Económico Mundial de Davos y el Foro Social Mundial de Porto Alegre actualizan, de cierta manera, la parábola evangélica del rico Epulón y el pobre Lázaro. En Davos prevalecen lo económico, los bienes materiales y el dinero. Hasta hace poco, allí se reunían los epulones del mundo, para discutir las monedas, intereses, mercados, inflación y principalmente ganancias. Eran ciegos y sordos al clamor que subía de la Tierra, debido al destino trágico de los pobres y de la devastación de la naturaleza.
En Porto Alegre, predominan lo social, los bienes no materiales y la apuesta de que otro mundo es posible. Allí si reúnen los representantes de los pobres lázaros del mundo entero. En su agenda están los bienes espirituales y humanitarios, como la solidaridad, el respeto a la diversidad, la compasión, los cuidados con la naturaleza, al rechazo a todo tipo de violencia y guerra, el compromiso por la paz duradera, el ecumenismo entre las religiones y la democracia social sin fin.
Davos y Porto Alegre muestran a la humanidad bajo la amenaza de una bifurcación: de un lado, el tercio con acceso a todos los medios de vida, soñando vivir hasta 130 años que es la edad de las células, y del otro, los dos tercios, que sobreviven como pueden, con los escasos recursos que aquellos sobran, alcanzando, con suerte, los sesenta años.
¿Cómo mantener a la humanidad unida, como especie y como familia, viviendo en la misma Casa Común, pues no tenemos otra donde vivir? Ello constituye un desafío ético y humanístico para todo el poder político, para las religiones y las Iglesias, para los intelectuales, para los militantes por un mundo mejor y para todo ser humano consciente de esta tragedia que puede caer sobre la humanidad.
Leonardo Boff

Lo mismo pensamos que no podemos hacer nada, pero siempre se puede. Una canción de Los Secretos dice: Ayúdame y te habré ayudado, que hoy he soñado en otra vida, en otro mundo, pero a tu lado... 

En las distancias cortas podemos hacer mucho, como en el vídeo que colgamos a continuación.


El vídeo es un anuncio de una compañía de móviles; curiosamente habla de que dar es la mejor comunicación sin que aparezca un solo fotograma de sus productos 

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