viernes, 26 de julio de 2013

Un día al revés



Que día mas extraño el miércoles... Aunque el día anterior nos acostamos, todo contentos escuchando la historia y la música de los animales de Bremen, al despertar el día 24, bien temprano, era de noche y en lugar del desayuno teníamos la cena en el comedor (por cierto, unos huevos revueltos con jamón, ¡qué lujo!).

La Reina estaba detrás de esta treta. Nos hechizó con un día al revés, ¡qué lío! Buenas noches por la mañana, buenos días por la noche, desayunando a la hora de cenar. Si no fuera por el guardia personal, el As de Corazones de la Reina y la Escalera de Color con sus mejores soldados para protegerla nos habríamos revelado contra la tirana. Bueno, nos habríamos revelado un poquito, porque las locuras de la de Corazones molan  como la de ponernos el día la revés como un calcetín... y cuando se cabrea y grita ¡qué le corten la cabeza! tenemos que contener la risa, porque los soldados son cartas y no tienen fuerzas para alzar un hacha y pasan de obedecer sus órdenes. Si al final, hasta la vamos a echar de menos si logramos vencerla al final...




Lo peor es que este día le está pasando factura a algunos de los que la Reina sacó de sus cuentos, como el Mago de Oz que se ha vuelto un macarrilla haciendo trucos de magia chapuceros; ahora que lo hemos visto con algunos de su panda (Dorothy, el Hombres de Hojalata y el Hombre de Paja) nos damos cuenta de que el estaba detrás del hechizo que a afectado a los monitores que han estado cambiando el horario todo el día...




Hicimos todos las actividades programadas. La velada por mañana gustó mucho por que estuvo mismísimo Ramón García presentando el Gran Prix.




La reflexión también estuvo bien. En el día teníamos pensado trabajar la actitud de la vitalidad; aunque había muchas actividades, risas, juegos programados, sobre todo contábamos con muchas oportunidades para conocernos, conocer al otro, a nuestros compañeros, a nuestros amigos, pero sobre todo, a nosotros mismos. 




Así que, antes de enfrentar el día lo que hicimos fue cerrar bien los ojos, respirar profundo y pensar en cómo somos cada uno, qué nos gusta, qué no… Lo externo no es lo único que debe importar, aunque a veces nos cueste mirar hacia dentro, hacia uno mismo, debemos encontrar la fuerza para superar  las dificultades en Dios. Para ver nuestro interior debemos buscar lo que tenemos dentro de nosotros. El exterior puede ser un reflejo de lo que hay dentro pero también puede que nos quede mucho por descubrir.











En la oración teníamos un símbolo que reflejaba bien lo que nos proponíamos: una tarjeta de felicitación, con el exterior muy bien decorado, pero el interior vacío. Lo que hicimos fue escribir en el interior lo que queremos cambiar de nosotros mismos, de nuestra vida y nuestra relación con los demás. 




Después de las actividades locas, acabamos desayunando a las 21 h. machacándonos con las competiciones deportivas. Estábamos motivados porque el Hombre de Paja vino por la tarde (hora real) y, en secreto, le estuvimos ayudando con los ingredientes para poder preparar una poción que hiciera que Oz vuelva a la normalidad y, con él, el resto de los habitantes del reino.

Al final, derrotado de cansancio, igual que Oz al que invitamos a jugar, conseguimos que se tomara la poción, desapareció el hechizo y volvimos a la normalidad; aunque eso es un "decir" porque aquí no hay nada normal, que hasta los gallos cantan en la oración.

(Tengo pruebas, pero no sé si voy a poder subir el vídeo con los medios de los que dispongo)

Os dejo con el cuento mientras trato de subir el vídeo del Gallo que Reza... Ja ja ja

Dorothy era una niña que vivía en Kansas con sus tíos y su perro Totó. Los dos se divertían mucho en la granja y todos los querían mucho, excepto una vecina a la que no le gustaba nada los perros.

Un día, la niña escuchó que querían atrapar a su perrito y quiso huir. Pero en ese momento se acercaba un tornado y la casa salió volando, y los tíos vieron desaparecer en el cielo a Dorothy y a su perro.

Viajaron sobre una nube mientras las tejas y las ventanas salían despedidas. Dorothy y Totó se abrazaban esperando a que pasara el peligro.

Al aterrizar, unos extraños personajes acudieron a recibirlos y un hada, respondiendo al deseo de Dorothy de volver a casa, le aconsejó:

- Lo mejor es que vayáis a visitar al mago de Oz.

- No conozco el camino – replicó.

- Seguid siempre el sendero de baldosas amarillas.

En el camino, se cruzaron con un espantapájaros que quería un cerebro y un hombre de hojalata que deseaba un corazón, y juntos se dirigieron a Oz. Más tarde, de entre la maleza salió un león rugiendo débilmente, pero se asustó con los ladridos de Totó. Quería ser valiente, así que él también decidió acompañarles a ver al mago.

Cuando por fin llegaron, un guardián les abrió el enorme portón. Ellos le explicaron la razón de su visita y entraron en el país de Oz, en busca del mago de Oz, en busca del mago que había de solucionar sus problemas.

Explicaron sus deseos al mago, que les puso una condición: acabar con la bruja más cruel del reino.

Al salir, pasaron por un campo de amapolas y cayeron en un profundo sueño. Los capturaron unos monos voladores, que venían de parte de la bruja.

Cuando Dorothy vio a la bruja, sólo se le ocurrió arrojarle a la cara un cubo de agua. Y acertó, pues la bruja empezó a desaparecer hasta que su cuerpo se convirtió en un charco de agua.

Mientras, le contaban al mago cómo todos, excepto Dorothy, habían visto cumplidos sus deseos al romperse el hechizo de la bruja, Totó descubrió que el mago no era sino un anciano que se escondía tras su figura.

El hombre llevaba allí muchos años pero ya quería marcharse. Para ello había creado un globo mágico.

Dorothy decidió irse con él… Durante la peligrosa travesía en globo, su perro se cayó y Dorothy saltó tras él para salvarle. Y en su caída soñó con todos sus amigos y oyó cómo el hada le decía:

- Si quieres volver, piensa: en ningún sitio se está como en casa.

Y así lo hizo. Cuando despertó, oyó gritar a sus tíos y salió corriendo. ¡Todo había sido un sueño! Un sueño que ella nunca olvidaría… ni tampoco sus amigos.

3 comentarios:

  1. Otro año de nuevo daros mil gracias por vuestro trabajo, tiempo, dedicación, cariño... Además sois capaces de superaros con la historia cada año.
    Gracias porque estais poniendo todos los días lo que estais viviendo y eso también lleva su esfuerzo.
    Gracias a los cocineros: David dice que la comida está muy buena. No os podeis imaginar lo que eso significa...
    Y gracias porque tiene pinta de que se lo están pasando: "fenomenal, no, lo siguiente".
    Un abrazo a todos, Miriam

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  2. Nosotros también queremos mostraros nuestro agradecimiento a todos los que haceis posible estas colonias: monitores, cocineros, coordinadores... Pero sobre todo felicitaros porque la labor que estais llevando a cabo está dando un fruto muy bueno. Y sobre todo por hacernos participar también a los que estamos en casa. Enhorabuena.

    Antonio y Chelo

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  3. Es el primer año que mi hijo a ido a estas colonias y desde luego no me arrepiento. Gracias a cada uno de los que habeis colaborado en que estos dias hayan sido maravillosos y llenos de fantasia para nuestros hijos. Y muchas gracias a los que realizais el blog...como os lo currais.
    Un beso muy fuerte a todos
    Nuria y Javi

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